“Un día comprendimos que las semillas no crecen solas: se enlazan bajo tierra, se multiplican y encuentran fuerza en conjunto. Así nació Rizoma: como un espacio para acompañar procesos que necesitan cuidado y escucha, con la experiencia de que lo difícil se vuelve más habitable cuando se comparte.”

Soy Silvana Leites Martínez, Operadora en Psicología Social (Escuela de Psicología Social de Montevideo) e Integradora Social (España). Desde hace más de diez años acompaño a personas en distintos contextos: primero en los programas de inclusión social del Ministerio de Desarrollo Social y del Ministerio de Vivienda, después en ámbitos humanitarios, y más tarde en el sector privado de acompañamientos. Este recorrido me enseñó a sostener procesos de mujeres, familias y grupos en situaciones de vulnerabilidad, cambio o decisión.

De todo ese camino nació la convicción de crear Rizoma, un espacio que integra la experiencia institucional, comunitaria y privada en un modo de acompañar cercano y respetuoso. En muchas ocasiones nos vimos acompañando a mujeres y familias en procesos de reproducción asistida (RA). Por eso decidimos abrir una línea específica en este ámbito: una continuidad natural de nuestro trabajo, donde el deseo, la espera y las decisiones encuentran cuidado y compañía.

En Rizoma trabajamos desde un enfoque psicosocial: escuchamos, acordamos objetivos, facilitamos herramientas y acompañamos los ritmos propios de cada proceso. Nos enfocamos especialmente en el acompañamiento a mujeres, familias y grupos, porque sabemos que los cambios y las decisiones siempre atraviesan los vínculos y las redes que sostienen la vida. Es importante decirlo con claridad: no somos un espacio de terapia psicológica clínica ni realizamos diagnósticos. Cuando identificamos que otra intervención es necesaria, derivamos con honestidad y cuidado al/la profesional correspondiente, respetando el trabajo de cada disciplina y cuidando siempre a la persona o al grupo en el traspaso.

En Rizoma acompañamos cada historia como única, confiando en que, con cuidado y compañía, lo difícil puede volverse más habitable.